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¿Puedo ser madre después de un cáncer?

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El equipo de Oncología Ginecológica en Clínica Pedrosa encuentra en muchas pacientes que tienen que enfrentar un cáncer y que desean ser madres, una misma preocupación: ¿podré ser madre después de un cáncer? Los profesionales de Clínica Pedrosa nos explican como la posibilidad de ser madre no se valora en la mayoría de las mujeres que han sufrido un cáncer y se han sometido a un tratamiento oncológico para afrontarlo.  Sin embargo, sí podemos valorar esta opción como real y posible. En este artículo queremos informar y orientar a las pacientes que han sufrido un cáncer sobre las posibilidades de ser madre después del tratamiento.

Ser madre después de un cáncer 

cómo ser madre después de un cancer

Sí, es posible ser madre después de recibir con éxito un tratamiento de quimioterapia, radioterapia o cirugía, pero es fundamental que cada caso sea estudiado por un equipo multidisciplinar. Solo así podremos afirmar a cada paciente que podrá ser madre después de un cáncer de manera segura. Son muchos los avances en medicina, pero cuando hay un diagnóstico de cáncer, suele ser complicado no seguir pensando en los riesgos de recurrencia de la enfermedad durante el embarazo.

Las mujeres que han superado un cáncer y quieren ser madres, a menudo tienen que vencer dos “obstáculos”. El primero, contra el cáncer, y el segundo contra las reticencias de los equipos médicos y el entorno más cercano, que priorizan en la salud de la paciente y evitar riesgos. En Clínica Pedrosa la salud de nuestras pacientes es lo primero, pero estudiamos cada caso con detalle y no respondemos con un “no porque no” a la mujer que quiere ser madre después de un cáncer. Somos conscientes que los tratamientos necesarios para curar el cáncer son duros y pueden afectar a la fertilidad, pero eso no quiere decir que las mujeres que quieran ser madres después de un cáncer tengan que decir adiós aun embarazo deseado y esperado.

Tratamientos para ser madre

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Los tratamientos más habituales para ser madre en pacientes que han superado un cáncer han sido: fecundación in vitro con donación de óvulos y donación de embriones. En Clínica Pedrosa ante un diagnóstico de cáncer intentamos informar a todas nuestras pacientes de la posibilidad de ser madre después de un cáncer con la preservación de ovocitos. El ovocito es como se denomina al óvulo que no ha llegado a madurar aún. Dentro de cada mujer existe un número determinado de ovocitos, aproximadamente 400.000, de los que, a lo largo de su vida, llegarán a madurar y convertirse en óvulos preparados para ser fecundados. Como todos sabemos, cuando el óvulo ya maduro está listo para la fertilización, pero ésta no se produce, se elimina durante el período menstrual.

La preservación de ovocitos es el proceso por el que, con el uso de diferentes técnicas, se lleva a cabo la congelación o vitrificación de óvulos de buena calidad para fecundar, ya que los tratamientos de quimioterapia y radioterapia producen daños irreversibles en los óvulos. Otra de las posibilidades para ser madre, cuando la pareja está afectada por algún problema de esterilidad, es recurrir a la donación de embriones.

Ser madre después de un cáncer con una gestación sin problemas y parto natural 

En Clínica Pedrosa estamos muy orgullosos de haber podido intervenir en multitud de casos y haber visto cumplido el sueño de nuestras pacientes siendo madres. Cada uno de los casos vividos ha sido una experiencia especial y que recordamos con cariño, pero en esta ocasión, vamos a relatar el caso de Gabriela. Es, sin duda, un ejemplo para todas las mujeres que enfrentan un cáncer con la ilusión de llegar a ser mamá algún día. 

Gabriela, una mujer de 31 años llegó a Clínica Pedrosa muy preocupada por un pequeño bulto que llevaba tiempo notando en su pecho derecho y al que no quería dar importancia. Su marido y su madre, la convencieron para venir y realizar unas pruebas con la idea de aclarar que no se trataba de nada importante. Por desgracia, eso no fue así, el oncólogo pudo confirmar que ese bulto extraño en su pecho era maligno. Gabriela, recuerda ese día, como un antes y un después en su vida. La Dra. Pedrosa, ginecóloga de Gabriela, conocía la intención de ella y su marido de ser padres, por lo que planteó al matrimonio que debían decidir si querían ser padres en ese mismo momento, por la posibilidad de no poder serlo después del tratamiento de cáncer. La preocupación de Gabriela fue aún mayor, pero la fuerza que sintió para afrontar el cáncer con la máxima energía fue impresionante, tenía que conseguir ser madre después del cáncer. A las pocas semanas, Gabriela fue intervenida para extirpar el tumor y al día siguiente comenzó el tratamiento para general más óvulos. La Dra. Pedrosa y el Dr. Jordi Ponce explicaron la posibilidad de vitrificar los ovocitos en el momento que se realiza el diagnóstico de cáncer, ya que son momentos cruciales y no nos podemos permitir perder ni un minuto en retrasar el inicio de quimioterapia. Por lo que Gabriela recibió toda la información sobre las posibles consecuencias de los tratamientos oncológicos en la fertilidad y de las posibilidades de llevar a cabo un embarazo posterior. En una de las visitas a Clínica Pedrosa, para comprobar el volumen de óvulos, se extrajeron y se pudieron congelar los ovocitos, para enfrentar lo que serían seis meses de quimioterapia, después radioterapia y otros doce meses más para recibir un tratamiento antitumoral con medicación oral. Gabriela, tuvo que esperar cinco años (tiempo de índice de redicción) para iniciar la segunda parte del tratamiento de fertilidad. La Dra. Pedrosa implantó los ovocitos en la fase de ovulación natural de Gabriela. Unos quince días después pudimos confirmar que un bebé se formaba dentro del vientre de Gabriela. En este caso, y desde que el resultado de la fecundación dio positivo, todo fue sobre ruedas. Una gestación sin ningún riesgo y un parto natural. El bebé, Gala, nació fuerte y recibió la lactancia materna exclusiva durante casi un año. Gabriela, no estaba segura de poder alimentar a su hija con solo un pecho, pero la Dra. Pedrosa aclaró que aunque el pecho operado no funcionaba para producir leche, el otro lo hacia por los dos. Gala, ganó peso sin ningún problema. En estos momentos, vemos a Gabriela y su bebé cada año para hacer revisiones, y ya están preparando la llegada de un hermanito para Gala.

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