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Cirugía Ginecológica

Cirugía laparoscópica avanzada

La laparoscopia ha supuesto para la cirugía ginecológica un avance de gran consideración, especialmente en las últimas décadas. Podemos definir la técnica laparoscópica como aquélla mediante la que el cirujano es capaz de realizar la intervención sin necesidad de abrir la zona, sino utilizando un instrumento alargado y fino que porta luz y cámara de visión, y que se introduce en el cuerpo bajo el dominio del especialista para realizar la actuación que se requiera.

Entre las muchas ventajas que aporta esta posibilidad, tanto para la cirugía ginecológica como para el resto de especialidades médicas, se encuentra el hecho de que la incisión en la zona a intervenir es mucho menor, el tiempo de recuperación es más reducido y menos doloroso, la exposición de los órganos a agentes externos y, por tanto, a posible contaminación, es casi inexistente, la cicatriz y secuelas estéticas tras la operación son menos visibles, entre otras.

A lo anterior, hay que añadir que desde la década de los ochenta, especialmente, hasta nuestros días, la laparoscopia ha evolucionado enormemente, introduciéndose en su uso la luz fría y otras tecnologías posteriores más modernas para la iluminación de las zonas a explorar, de tal manera que se ha mejorado la visualización de las mismas así como eliminado riesgos que anteriormente había que afrontar, tales como posibles quemaduras por sobrecalentamiento o daños por fallos eléctricos. Asimismo, la utilización del chip de vídeo a partir de un determinado momento, ha supuesto la posibilidad de trasladar a una pantalla la imagen captada por el instrumento, por lo que se amplía de manera más que notable el detalle y la facilidad para observar la mencionada imagen por parte del médico.

Por supuesto, el empleo de esta técnica laparoscópica en cirugía ginecológica también conlleva una serie de riesgos, debiendo ser el especialista extremadamente preciso en el manejo del instrumental para no dañar los órganos internos. Por eso, para este tipo de intervenciones se hace especialmente necesario acudir a profesionales experimentados que realicen la operación con las mayores garantías. Hay que subrayar que este tipo de técnicas permiten, con el desarrollo de las mismas dentro del máximo rigor, la repetición de la intervención en la misma zona sin problemas.

En Clínica Pedrosa ponemos a tu servicio el personal más cualificado con los medios más avanzados, proporcionando la combinación de experiencia e innovación las prestaciones que necesitas para tu caso.

Patología ovárica y endometriosis

Cuando hablamos de endometriosis nos estamos refiriendo a una de las enfermedades más comunes en mujeres en edad fértil y que, en ocasiones, llega a requerir incluso recurrir a cirugía ginecológica.

Debemos empezar recordando qué es el endometrio. Se trata del tejido adiposo que crece, a lo largo del ciclo ovárico, en el interior del útero y cuya finalidad está relacionada con la anidación del embrión en el útero, una vez que ha tenido lugar el momento de la concepción. Si no se produce la fecundación del óvulo, este tejido se desprende y se desecha con la menstruación.

Pues bien, la endometriosis tiene lugar cuando el endometrio crece fuera del lugar previsto naturalmente para ello, ya sea por las paredes uterinas, los ovarios u otras zonas de la cavidad pélvica (endometriosis interna), o ya sea en intestinos u otros órganos de fuera de la cavidad pélvica (endometriosis externa).

Los síntomas de esta patología, que en casos graves pueden exigir cirugía ginecológica, consisten en dolor, que puede llegar a ser muy intenso, inflamaciónalteraciones menstruales e incluso problemas de reproducción y fertilidad.

El tratamiento que se prescribirá podrá ir desde el uso de analgésicos, para los casos más leves, pasando por la ingesta de la píldora anticonceptiva, hasta, como hemos dicho, la cirugía ginecológica para los casos más graves. Esta intervención consistirá en la eliminación del tejido surgido en las zonas inapropiadas, tratando de no dañar y conservar lo máximo posible las zonas donde se ha extendido la endometriosis. En último extremo, la intervención podría consistir en la extirpación de ovarios, que produce unos resultados satisfactorios en cuanto a la eliminación de la patología, pero que al mismo tiempo, como es obvio, elimina cualquier posibilidad de concebir hijos con los propios óvulos.

La endometriosis, como hemos señalado, puede aparecer también en los ovarios, lo cual puede dar lugar a endometriomas (quistes ováricos). Existen otras patologías ováricas que podemos tratar en nuestra clínica, muchas de ellas relacionadas con quistes o tumores.

Tratamiento integral del mioma

El mioma es un tumor no maligno que puede aparecer en la zona muscular del útero y que es muy frecuente entre mujeres a partir de los 35 años. Puede presentar una gravedad variable, dependiendo del tamaño y síntomas que presente, por lo que su tratamiento puede variar desde la ingesta de medicamentos y suplementos de hierro hasta la cirugía ginecológica, en los casos más graves.

Su aparición está relacionada con la reacción del útero a los estrógenos, aunque se desconoce por qué se da en unas mujeres y en otras no, presentando, en todo caso, un claro componente genético. Sin embargo, sí se ha observado que la obesidad y el sobrepeso contribuyen a su surgimiento y agravamiento.

Los síntomas que presenta el mioma suelen ir asociados a dolor pélvico, inflamación del abdomen y sangrados procedentes del útero, lo que a su vez repercute en posible anemia. En casos más graves, puede dar lugar a dificultades para orinarestreñimiento y hemorroides e, incluso, a infertilidad, en cuyo supuesto puede ser necesaria la cirugía ginecológica.

Como hemos adelantado, en el caso de miomas de pequeño tamaño y escasos síntomas, puedes venir a nuestra clínica periódicamente para controlar su evolución. Si comienzan las molestias, el especialista podrá prescribir la toma de la píldora anticonceptiva, antiinflamatorios y progesterona. En los casos en que los miomas sean muy grandes y causen graves molestias, así como cuando genere problemas de infertilidad y se desee tener hijos, la mejor opción será la cirugía ginecológica. En Clínica Pedrosa disponemos de las mejores técnicas laparoscópicas para que puedas disfrutar de los resultados más satisfactorios en intervenciones de esta índole, recibiendo el alta, en la mayoría de los casos, el mismo día o al siguiente.

Histeroscopia diagnóstica y quirúrgica. pólipo endometrial

La histeroscopia diagnóstica es una técnica de cirugía ginecológica que tiene como finalidad la observación y análisis del interior del útero mediante la inserción, aprovechando el propio orificio vaginal, de un instrumento óptico muy fino que, incorporando luz, recoge imágenes que traslada a una pantalla para que pueda ser examinada por el médico. El útero, previamente habrá sido dilatado mediante el uso de distintos productos.

La histeroscopia también puede ser quirúrgica, encajando aún más en el concepto de cirugía ginecológica, que tiene lugar cuando ya existe un diagnóstico y se pretende intervenir para tratar de resolver el problema. El instrumento óptico será, en este caso, de mayor grosor, requiriendo anestesia por las molestias, e incluso dolor, que la dilatación requerida del cuello uterino producirá.

Los trastornos que más frecuentemente suelen diagnosticarse mediante esta técnica son todos aquéllos que tienen lugar respecto del endometrio, como pólipos, neoplasias, adherencias, etc, así como respecto del útero, como fibromas, septos, acuatos, etc.

El uso más frecuente de esta técnica de cirugía ginecológica, en el caso de nuestra clínica, es la detección y extirpación de algún pólipo endometrial, que consiste en una protusión del endometrio por estímulo hormonal, que guarda en su interior gran cantidad de vasos sanguíneos y glándulas endometriales. En la mayoría de los casos son benignos, aunque, con mayor frecuencia al llegar a la menopausia, pueden convertirse en malignos. En todo caso, suelen aparecer a partir de los 40 años y el principal síntoma que presentan es la menstruación con un sangrado muy abundante, aunque, en muchos supuestos, ni siquiera presentan síntomas a tener en cuenta y simplemente son descubiertos en alguna revisión.

La histerescopia diagnóstica será el método usado para emitir un diagnóstico confirmatorio de la presencia de estos pólipos, cuando la misma se sospechara con la realización de una ecografía vaginal.

Rehabilitación y cirugía del suelo pélvico

El suelo pélvico es una zona de gran importancia para la calidad de vida de las mujeres, así como de los hombres también. Tanto con respecto a una incontinencia, sobre todo urinaria, como en el plano sexual, el mantenimiento de un suelo pélvico tonificado resulta fundamental.

En el caso de las mujeres, tras ser objeto de alguna cirugía ginecológica puede producirse una afectación de esta parte de la musculatura. Estas intervenciones pueden ser; histerectomíascirugía en el cáncer de vagina, de vulva o de ovarioresección o amputación del rectocitugía, etc.

No solamente en el caso de haber padecido una intervención quirúrgica, también puede sufrir distensiones y alteraciones el suelo pélvico por razones puramente fisiológicas como puede ser el parto o la menopausia.

Los perjuicios que sufra el suelo pélvico pueden repercutir en el descenso en la mujer de órganos genitales, recto o vejiga.

Por todo ello y, sin perjuicio de las indudables bondades de los ejercicios fisioterapéuticos y de mantenimiento que se puedan desarrollar, existe un tipo de cirugía ginecológica de gran eficacia en estos casos, como es la relativa al suelo pélvico. La intervención se realiza por endoscopia, aprovechando el orificio vaginal, salvo el caso de descenso del útero, en cuyo caso se lleva a cabo mediante laparoscopia. La operación consiste en la colocación de una malla sintética que recoge los órganos descendidos, resolviendo el problema de pérdida de orina, relaciones sexuales dolorosas, etc. El alta suele recibirse al día siguiente o como mucho a las 48 horas y, en apenas una semana, la paciente podrá hacer vida completamente normal.

Otro tipo de intervenciones de cirugía ginecológica más relacionadas con el ámbito estético, son las de rejuvenecimiento vaginal o rejuvenecimiento vulvar, que persiguen la rehabilitación de la cavidad vaginal a su estado natural de estrechez, para mejorar las relaciones sexuales. Será una intervención que podrá ser aconsejable cuando los ejercicios de suelo pélvico no den el resultado deseado.

Tratamiento de la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria consiste en una pérdida involuntaria de orina, que puede ser leve o tan grave que requiera de un tratamiento contundente. Se trata de un problema que afecta sobre todo a mujeres en edad madura y avanzada y que puede llegar a suponer un auténtico problema incluso de tipo social.

Las causas que suelen dar lugar a la incontinencia urinaria son: presencia de una uretra con mayor movilidad; trastornos o lesiones en el esfínter uretrallesiones neurológicas; determinadas inflamaciones (cistitis u oras como consecuencia de ciertos tratamientos agresivos).

El tratamiento de la incontinencia urinaria suele desarrollarse, o bien mediante la prescripción de ciertos medicamentos, o bien mediante la cirugía ginecológica, cuyos resultados suelen obtener un porcentaje de éxito bastante alto.

Para la detección y diagnóstico del problema causante de la incontinencia, se emplean estas técnicas: exploración física, mediante tacto rectal, entre otras posibilidades; análisis de orina; estudio urológico y ginecológico; ecografía; endoscopia de uretra y vejiga; uretrocistografía; pielografía. Con toda esta cantidad de técnicas y pruebas practicadas sobre la paciente, podremos determinar con toda exactitud el origen de la incontinencia y, por tanto, el mejor tratamiento para cada caso, descartando o aconsejando la cirugía ginecológica.

Técnicas de rejuvenecimiento vulvar y vaginal

Quizás parezca que con la finalidad de lograr un rejuvenecimiento vulvar y vaginal, se estén persiguiendo tan sólo objetivos de tipo estético, pero, lo cierto, es que se trata de actuaciones de cirugía ginecológica que tienen indudable incidencia en la calidad de vida de las pacientes, en cuanto a la recuperación de una vida sexual placentera y de la disminución de los problemas de pérdida de orina.

Los problemas derivados de la distensión propia de la edad así como consecuencia de procesos como el parto y la menopausia, de la vagina y vulva, ya no son un problema secreto e inconfesable hoy en día. Se trata de cuestiones que se pueden tratar con el especialista para dar la mejor solución posible. Como hemos dicho, con estas técnicas de cirugía ginecológica, aparte de recuperarse un aspecto más juvenil en la zona genital, lo que contribuye a mejorar la autoestima de la mujer, también se obtienen beneficios respecto de elementos incuestionablemente relacionados con la calidad de vida, como es la contención urinaria y las relaciones sexuales satisfactorias.

Se persigue rehabilitar la zona vaginal a su firmeza y tamaño natural y recuperar la sensación de hidratación y no de sequedad. Hoy en día, además, están haciéndose hueco las técnicas que hacen uso del láser para actuar frente al exceso de mucosa vaginal, logrando la contracción de la zona y que el tejido vuelva a tensarse.

A estas técnicas hay que sumar otras, puramente estéticas y más alejadas de la cirugía ginecológica, como son las de corrección de labios mayores o blanqueamiento genital.

Láser de CO2 de alta gama para patología vaginal y vulvar

Hay una gran variedad de trastornos de la zona genital femenina que puede resolverse, hoy en día, sin necesidad de acudir a la cirugía ginecológica. Nos referimos a afecciones como distensión del suelo pélvico, disminución de la firmeza de las paredes de la vagina, prolapsos, incontinencia urinaria, cicatrices en la zona genital, molestias y dolores en las relaciones sexuales, etc.

Muchas de estas alteraciones vienen dadas en la mujer por el avance de la edad, con la correspondiente disminución de estrógenos, especialmente tras la menopausia, que da lugar a una paulatina desaparición de la mucosa vaginal y de la vulva, en lo que se conoce como síndrome genitourinario.

Estos problemas encuentran una opción para alcanzar una solución muy eficaz, sin necesidad de una intervención de cirugía ginecológica, con nuestro láser de CO2, que tiene, como hemos adelantado, incidencia en cuanto a la solución de problemas como la sequedad vaginal, con mujeres que sufren, en ocasiones, graves molestias (escozor, picor, dolor en el coito…); pérdida de orina por esfuerzo, al realizar cualquier gesto que suponga un esfuerzo (reir, toser, hacer deporte…); problemas como prolapsos, desgarros, hiperlaxitudes vaginales, etc; lesiones provocadas por el virus del papiloma; otras actuaciones de carácter estético.

Con el uso del láser de CO2, se pretende la regeneración de tejidos de la vagina y de la vulva, sin tener que recurrir a cirugía ginecológica, mediante la estimulación de la producción de ácido hialurónico y colágeno, logrando resultados muy satisfactorios con un grado de molestia mínimo para la paciente.

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