¿Estás embarazada? Si es así, seguro que durante el embarazo ya habrás recibido algunos cuantos consejos de madres, suegras, tías, abuelas e incluso amigas sobre cuestiones relacionadas con esta etapa. En algunas ocasiones, pueden ser ciertas, pero otras veces no tienen ningún valor científico y pueden confundirte. Lo mejor que puedes hacer, si tienes cualquier duda, es consultar a tu médico, ginecólogo o matrona. No obstante, en este artículo te desvelamos las verdades de los mitos del embarazo más populares.
Mitos y verdades del embarazo
Mito: La forma de la tripa de la mujer embarazada puede indicar el sexo del bebé.
Realidad:Existe una creencia popular que afirma que si el vientre de la futura mamá está bajo, es un niño, y si está alto, una niña, simplemente no es verdad. La única verdad que determina la forma del vientre es el tono muscular, uterino y la posición del bebé. Por esto, es posible que alguien crea que su bebé es un varón al ver que usted tiene el vientre bajo, cuando en realidad el bebé simplemente ha descendido hacia la pelvis porque se acerca el día del parto.
Mito: La frecuencia cardíaca fetal nos predice el sexo del bebé.
Realidad:La frecuencia cardíaca fetal normal varía entre 110 y 160 latidos por minuto (lpm), aunque hay quienes creen que si la frecuencia es más rápida, superior a 140 lpm, el bebé será una niña y que si es más lenta, será un niño. Pero no existen estudios que determinen que la frecuencia cardíaca es un indicador del sexo del bebé. De todas formas, la frecuencia cardíaca de su bebé probablemente variará de una visita prenatal a otra, en función de la edad del feto y su nivel de actividad en el momento de la visita.
Mito: La forma y lo regordete de la cara durante el embarazo pueden indicar el sexo del bebé.
Realidad:Cada mujer aumenta de peso de forma diferente durante el embarazo, y todas experimentan distintas alteraciones de la piel. Es una característica que nada tiene que ver con el género del bebé.
Mito: Durante el embarazo hay que comer por dos.
Realidad:Es una idea que perdura con el tiempo y que nada tiene que ver con la realidad. De hecho, las matronas consideran que bajo ningún concepto está indicado el “comer por dos”, porque esto podría acarrear casos de obesidad en la gestante. La mejor dieta para embarazadas es una dieta sana, equilibrada y muy variada, y repartir las comidas en cinco o seis tomas al día, así se evita la ansiedad. En estas condiciones, lo normal es que la embarazada aumente su peso de 9 a 12 kilos, aunque esto va a depender de la estatura y constitución de cada una, pues no es lo mismo una persona que mida 1,60 que una que mida 1,80.
Mito: Si la madre tiene ardores es porque el niño tendrá mucho pelo.
Realidad: Los ardores y malas digestiones en esta etapa están provocados por un aumento del tamaño del útero, lo que provoca el desplazamiento de los intestinos y del estómago. No tiene ninguna relación significativa la sensación de ardor con la cantidad de pelo del bebé al nacer.
Mito: Depilarse con cera y láser está prohibido durante la gestación.
Realidad: Esta afirmación requiere que expliquemos bien las posibilidades y sus matices. El método más aconsejable para depilarse durante el embarazo son las depiladoras que extraen el vello de raíz, el inconveniente es que pueden resultar algo más dolorosas si no las has utilizado nunca. Las cremas depilatorias son inocuas, pero no existen estudios serios sobre este tema. En cuanto a la cera es mejor fría que caliente. La caliente se puede utilizar en la axilas, pero en piernas e ingles es mejor la opción fría porque la caliente predispone a la aparición de varices.
Sobre la depilación láser no se han realizado pruebas clínicas para conocer los efectos adversos que puede tener en el feto. En principio cabría pensar que no son perjudiciales porque los láseres de depilación penetran entre 4,5 y 5 milímetros y es difícil que alcancen el embrión, pero lo más prudente es evitarla.
Mito: Ducharse es más saludable para el bebé que bañarse
Realidad:La higiene durante el embarazo debe ser cuidada y respetada siempre, y no importa si optas por una ducha o por un baño. Algunas mujeres prefieren la ducha porque les preocupa que el agua puede entrar en el útero, pero éste está cerrado por el tapón mucoso, por lo que no hay peligro. Quince días antes de la fecha probable del parto sí que será mejor que te duches en lugar de bañarte, ya que el tapón mucoso puede estar ablandándose. También se recomienda más la ducha cuando se tienen varices porque el calor del agua del baño produce vasodilatación. Nuestra recomendación es que cuando te bañes, no pongas el agua por encima de los 37º o 38º y termina con una ducha de agua fría, así ayudarás a tu sistema circulatorio. Si tienes dudas o sientes miedo por sufrir un parto prematuro, consulta a tu ginecólogo.
Durante todo el embrazo, puede resultar divertido recopilar estos mitos y leyendas, y puedes encontrar libros de bebé que incluyen secciones para anotar las predicciones. Sin embargo, para cualquier duda o consejo que necesites consulta con tú médico.
No puedes olvidar que el embarazo de cada mujer es diferente y tu médico o ginecólogo sabrá eso y le dará información específica según su situación médica.