¿Qué es la galactoforitis?
La galactoforitis es una enfermedad que aún a día de hoy no se conoce la causa que la produce. Si bien es cierto que la gran mayoría de mujeres que han sufrido de esta patología presentaban una misma condición: son mujeres fumadoras. Por lo que el consumo de tabaco podría estar completamente ligado a la posibilidad de sufrir galactoforitis.
Sucede por existir un proceso inflamatorio que sufren los conductos mamarios, o conductos falactóforos, los cuales son los encargados de transportar la leche materna desde los lóbulos mamarios al pezón.
Esta inflamación provoca una restricción del movimiento en el lugar y una producción de tejido fibroso en exceso que comienza a crearse porque el cuerpo se encuentra en un proceso reactivo tras haberse provocado la inflamación de los conductos falactóforos a causa de la galactoforitis.
La galactoforitis no es una de las enfermedades que pueden provocar que la mujer acabe padeciendo de hipogalactia o agalactia, es decir, de una baja producción de leche materna; ya que la aparición de la galactoforitis solo obstruiría los conductos que llevan la leche materna hasta su extracción. Por ello, en procesos de lactancia, éstos habría que cancelarlos hasta recuperarse, en caso de padecer de galactoforitis mientras se está dando el pecho.
Síntomas de la galactoforitis
El principal síntoma que una mujer experimenta al sufrir de galactoforitis es la retracción del pezón, o de los pezones. Es decir, los pezones se retraen –no están erectos o están metidos hacia dentro, como se suele conocer coloquialmente– y se le suelen denominar como pezones umbilicados o pezones invertidos.
Hay que tener en cuenta que hay personas que cuentan con pezones umbilicados por otro tipo de condiciones. Los pezones invertidos se pueden dar de forma congénita o adquirido por la realización de una cirugía, por haber sufrido un cáncer de mama entre otras cuestiones.
Aunque, también puede ser el que provoque la retracción del pezón y junto con esta retracción, podemos experimentar un proceso de descomposición en partículas de la zona periareolar y una pequeña secreción de sustancias lípidas de la zona. A veces, se puede formar unas escamas de sebo que pueden parecer un comedón.
Cabe destacar que la galactoforitis es una enfermedad provocada por un proceso inflamatorio y no es provocada por una infección directa, por lo que el posible tejido blanquecino que se puede tener en los alrededores de la zona del pezón, o los pezones, son las descritas anteriormente.
¿Qué otras infecciones provocan galactoforitis?
A la galactoforitis se le conoce también como galactoforitis crónica recidivante. Se le conoce así porque sí es una consecuencia de otras infecciones indirectas que fueron infraclínicas y fueron repetitivas. Es decir, para conocer que existe esa infección, se debería haber realizado un estudio en concreto para la misma pero que, en muchas ocasiones, el cuerpo se defendió y se liberó.
Si se ha sufrido distintas infecciones, las células infecciosas dañaron la pared de los tejidos de los conductos mamarios, los cuales se defendieron a través de la proyección de una inflamación que acabó dando lugar a la galactoforitis o a la galactoforitis crónica recidivante.
Tratamiento de la galactoforitis
En Clínica Pedrosa buscamos la mejor manera de mejorar la calidad de tu vida, por ello, conocemos que el mejor tratamiento para la galactoforitis es la intervención quirúrgica directa para así conseguir que no haya una reincidencia de la patología.
Para la operación se usa la Técnica del Sedal
Para poder tratar la galactoforitis se pueden utilizar distintas técnicas. En caso de que la mujer no desee prestarse a operarse, por la razón que fuera, el tratamiento para la galactoforitis sería la del drenaje mediante la realización de una incisión en la zona.
Este procedimiento es bastante conservador, ya que además, a veces se cree que con ello el pezón volverá de la retracción por sí mismo y quedará como estuvo desde un principio. Puede ser que la técnica funcione durante un periodo muy corto de tiempo, ya que la experiencia ha demostrado que drenar a través de una incisión para tratar la galactoforitis no es satisfactoria y hace que las posibilidades de reaparición de la enfermedad sean cada vez más altas.
Por esta misma razón, el mejor tratamiento para la galactoforitis es la intervención quirúrgica a través de la Técnica del Sedal. Una técnica que ha demostrado ser lo suficientemente efectiva como para evitar la reaparición de la enfermedad.