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Cómo sobrevivir al puerperio

puerperio

Índice

¿Qué es el puerperio o cuarentena?

El puerperio, o periodo de cuarentena, es el tiempo que transcurre tras el nacimiento de tu bebé, con el alumbramiento de la placenta, y hasta que el aparato genital femenino vuelve a recuperar su normalidad. El puerperio es conocido tradicionalmente como cuarentena, ya que suele durar entre seis y ocho semanas, es decir, alrededor de unos 40 días.

Lo más probable es que tu ginecólogo o matrona te haya comentado las dificultades inherentes a ese periodo, para las madres e incluso también para muchos padres. Lo importante es que conozcas los cambios que ocurren tras el parto, para controlar tu estado de ánimo ante los desajustes hormonales y sensaciones emocionales que sufrirás. En Clínica Pedrosa cuidamos de ti y te recomendamos contactar con nosotros. Por supuesto es fundamental el papel de tu matrona y de los grupos de apoyo a la maternidad y la lactancia, que son activos muy importantes para que puedas sentirte segura y disfrutar del mejor posparto.

Fases del periodo de puerperio

fases del puerperio

Como hemos anticipado, durante el puerperio suceden una serie de transformaciones anatómicas y funcionales que logran restablecer progresivamente todas las modificaciones gravídicas. No obstante, debemos tener en cuenta que, aunque el organismo femenino vuelve a la normalidad, tras un parto, pueden persistir algunas señales imborrables que indican que lo hubo, aún después de muchos años, y que deben asumirse como una nueva y positiva realidad.

En la cuarentena se dan dos hechos muy característicos, la involución puerperal y la lactancia.

El periodo de tiempo del puerperio se divide en las siguientes fases:

  • Puerperio inmediato: Son las primeras 24 horas después del parto.
  • Puerperio clínico o precoz: Es el tiempo en que transcurre estando ingresada en el hospital. Si no hay complicaciones y el parto es vaginal, unas 24-48 horas. Si fue realizado por cesárea, unos 2-5 días (primera semana).
  • Puerperio tardío: Es el período desde la salida del hospital hasta pasados los 40 o 45 días tras el parto.

Son cada vez más los especialistas y profesionales que toman en consideración la existencia de una cuarta fase denominada “puerperio alejado”, que se prolongaría desde los 45 días hasta un límite no preciso. Algunos especialistas argumentan que la mujer se mantiene en el periodo de cuarentena hasta que tiene la primera menstruación tras el parto, sin embargo, otros se refieren a un “puerperio psicológico”que se relacionaría especialmente con los cambios emocionales y que podría prolongarse, incluso, hasta uno o dos años. 

¿Qué cambios sufre nuestro cuerpo durante el puerperio?

En los primeros momentos y en los días sucesivos, el organismo femenino vuelve a sufrir una nueva revolución hormonal, para conseguir varios objetivos: la contracción del útero, la instauración de la leche materna y la expulsión de loquios (fluidos del interior del útero).

Para que pueda ocurrir todo esto, descienden rápidamente los niveles de estrógenos y progesterona y no volverán a ascender hasta los días previos a la primera menstruación tras el parto, cuando se restablezca el ciclo ovárico normal.

Por el contrario, suben los niveles de prolactina, la hormona encargada de la producción de la leche, y la oxitocina. Recordemos, que esta hormona provocó las contracciones uterinas que ayudaron en el nacimiento del bebé y se mantienen presente en el organismo de la recién estrenada mamá, pero con la diferencia de que las contracciones que ahora provoca contraen el útero para que se cierre la herida que dejó la placenta al desprenderse y evitar así el riesgo de hemorragia.

Las contracciones uterinas tras el parto son conocidas con el nombre de entuertos. En algunos casos pueden resultar molestas o incluso dolorosas. Suele ser común, notarlas más a partir del segundo hijo, pero depende de las características y peculiaridades de cada mujer.

Otro síntoma del puerperio es la expulsión de los loquios, que son secreciones provenientes del interior del útero y que deben diferenciarse de una regla. Al principio, tienen un color rojo intenso debido a la secreción de la herida donde se encontraba la placenta y los coágulos de sangre residuales, que fueron generados para impedir persistiera el sangrado. Pero conforme pasan los días, se vuelven de una tonalidad más asalmonada o amarillenta (serosos). Una vez pasados los primeros 15 o 20 días podremos observar que se convierten en una secreción blancuzca que desaparecerá progresivamente en los siguientes días.

Cambios emocionales

cambios en el puerperio

¿Porqué me siento así?

No poder responder a esta pregunta te mantiene inquieta y sufriendo una situación que, por el contrario, presume de ser idílica y la más feliz para una mujer que acaba de ser madre.

Los cambios en el sistema endocrino de la mujer durante el periodo de puerperio pueden provocar cambios emocionales intensos. En el artículo hemos hecho mención al marcado descenso de las hormonas placentarias: gonadotropina corial, lactógenoplacentario, estrógenos y progesterona. Y es un cambio normal, puesto que después del parto, este descenso desencadena el necesario aumento de la prolactina, hormona responsable de la secreción de la leche.

Y todo ellos se perpetua durante el periodo de lactancia, gracias al estímulo provocado por la succión del bebé en la glándula mamaria, que es el principal causante de que:

  • Sigan elevados los niveles de prolactina y oxitocina,
  • Se mantenga una fisiología materna en sintonía con las necesidades del bebé,
  • Se perpetúe la producción de leche,
  • Se inhiba la función ovárica y con ello la fertilidad, por un tiempo ilimitado.

Es conocido qué durante la lactancia, las posibilidades de volver a quedarse embarazada son fisiológicamente muy bajas, aunque no nulas.

En resumen, los cambios que experimenta la mujer son muchos y variados: cambios anatómicos, fisiológicos, en el hogar, en la pareja o en la familia. Por ello, todos los cambios emocionales, de intereses, de responsabilidades, e incluso de prioridades, son muy notables en las primeras semanas en que la madre tiende a tener su atención completamente centrada en el bebé.

Aunque infrecuente, es importante reconocer como algunas mujeres pueden sentir diversos grados de alteraciones psíquicas más severas y que trascienden los cambios fisiológicos normales, incluso desarrollando un verdadero síndrome patológico, llamado depresión posparto o trastorno de estrés postraumático. En ocasiones se asocian a un embarazo de alto riesgo y/o un parto muy traumático. Es importante procurar una detección temprana de estos síntomas, y ponerse en manos de los mejores especialistas, como Clínica Pedrosa, para manejar y tratar de una manera idónea y personalizada la situación de cada mujer.

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