¿Qué es la depresión postparto?
La llegada de un bebé al mundo está socialmente aceptado como un hecho positivo que trae gran felicidad a la madre, sin embargo, entre el 40 y el 80 por ciento de las nuevas mamás sufren lo que se conoce como tristeza postparto y un 15 por ciento la llamada depresión postparto.
La depresión postparto es un trastorno de tipo emocional que sufre la mujer después de dar a luz y que se manifiesta en cambios en el estado de ánimo de la madre exteriorizándose en sentimientos de extrema tristeza, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo y gran cansancio, lo que le impide llevar a cabo su actividad diaria y normal.
El estrés y el cansancio después del parto son normales, ya que la mujer se enfrenta a una nueva situación que le ha generado cambios importantes en su vida; sin embargo, si esos sentimientos son tan intensos que le impiden realizar sus actividades normales, estaríamos hablando ya de una alteración o trastorno: la depresión postparto. En posible que la misma aparezca de forma anterior al momento de dar a luz, por lo que habrá que estar atentos a la situación de la futura madre para lograr el máximo bienestar de la misma.
¿Cuáles son sus causas?
Aunque se desconocen las causas exactas de este tipo de decaimiento, sí existen un conjunto de circunstancias que combinadas pueden desembocar en la misma. Es necesario señalar que la madre sufre grandes cambios hormonales durante el parto, los niveles de ciertas hormonas como el estrógeno y la progesterona bajan de forma rápida tras dar a luz al bebé, por lo que este tipo de alteraciones químicas en el cerebro llevan a cambios en el estado de ánimo.
Además, la experiencia que se haya vivido en el parto también puede influir en la aparición de la depresión postparto. El hecho de que se haya practicado una cesárea de forma urgente, se haya tenido un bebé prematuro que haya requerido hospitalización o tener un parto traumático alimentan esta situación. Dependerá de los problemas e inconvenientes que la futura madre haya encontrado en el desarrollo de su embarazo semana a semana.
Por otra parte la falta de sueño y el agotamiento derivados del cuidado del recién nacido cooperan en la tristeza e irritabilidad de la madre.
Depresión postparto: síntomas
Los síntomas más comunes en este tipo de depresión son el sentirse triste, vacía y desesperanzada. Los lloros frecuentes y sin causa aparente son otro síntoma. La irritabilidad o la inquietud, sentirse excesivamente preocupada o ansiosa, tener problemas de concentración o la incapacidad para tomar decisiones son también expresiones de que nos encontramos ante una depresión postparto. Problemas estomacales, dolores de cabeza frecuentes y continuas molestias físicas son también signos externos.
El cambio en las relaciones sociales como alejarse de amigos y familiares, la falta de interés por actividades que antes se consideraban agradables y que ahora no tienen ningún atractivo para la madre son indicios de que algo está pasando y que no es favorable ni para ella ni para el bebé, porque los vínculos de cercanía entre madre e hijo se debilitan.
Cómo saber si tengo depresión postparto
Además de los síntomas indicados con anterioridad que son especialmente llamativos, es necesario distinguir si la mujer está sufriendo una depresión (de carácter general) o una depresión postparto. La diferencia fundamental entre ambas es el momento en que se desarrolla: mientras la depresión no está relacionada con el embarazo, la depresión postparto sí está muy vinculada a los cambios hormonales que se producen en la mujer después del nacimiento del bebé. Esos cambios tan drásticos son los que en un primer momento pueden tomar el camino hacia la depresión postparto, ya que hay mujeres más sensibles a estas alteraciones hormonales.
También llamar la atención que a pesar que este tipo de trastorno se denomina “postparto”, sus síntomas pueden aparecer a partir del segundo mes y durante todo el primer año de vida del bebé.
Además no es lo mismo sentir la tristeza propia que se genera tras dar a luz al bebé ocasionados por la preocupación por el recién nacido y la fatiga ocasionada por la falta de descanso y la depresión postparto, en que esos sentimientos de tristeza y ansiedad son tan extremos que afectan a la capacidad de la mujer de cuidarse de sí misma.
Depresión post-parto: tratamiento
El principal medio de tratamiento para curar este transtorno es acudir a un profesional (psicólogo, consejero o psiquiatra) que le permita llevar a cabo una terapia que le permita reconocer y cambiar sus pensamientos y conductas negativas, además de ayudarle a mejorar en el tratamiento de las relaciones personales que sean más problemáticas.
Entre los consejos que se pueden incluir se encuentran el hablar de los sentimientos de la madre, que exprese de forma natural sus miedos y angustias en alguien en quien confíe; tener varios momentos en el día para relajarse, sin hacer nada; evitar esfuerzos desmesurados; respetarse a uno mismo: el cuidado del bebé no ha de recaer exclusivamente sobre la madre, sino que la pareja y familiares han de ser partícipes en esta tarea. Alimentarse de forma adecuada y practicar ejercicio físico con carácter moderado como el yoga o caminar permiten lograr un equilibrio entre mente y cuerpo.
Además de la psicoterapia, los antidepresivos permiten estabilizar las sustancias químicas en el cerebro, las cuales son responsables de alterar el estado anímico de la mujer. Aunque el efecto no es inmediato, es posible que a partir del primer mes desde el inicio del tratamiento, los mismos comiencen a producir el resultado esperado. La mayoría de los medicamentes de este carácter se consideran seguros para utilizar durante el amamantamiento, pero aún así, se han de prescribir por el médico, el cual alertará en caso de que existan riesgos para la mujer o para el bebé.
¿Cuánto dura la depresión postparto?
Es difícil determinar el período de duración de la misma, ya que éste variará dependiendo de las características y circunstancias personales y familiares de la mujer. De esta forma, se puede hablar que la depresión postparto puede durar meses o incluso años si no ha sido tratada desde el principio. Por ello es necesario alertar de la necesidad de atender a la mujer de forma inmediata en cuanto los síntomas se hagan presentes para que la misma logre el bienestar deseado y que el futuro bebé crezca con vínculos fuertes y sanos desde un primer momento.
