El primer trimestre de embarazo es el período en el que la mujer comienza a realizar los primeros descubrimientos de lo que será toda una experiencia que marcará su vida. A partir del primer test de embarazo positivo, comienzan a surgir una oleada de dudas y miedos en cuanto a cuál es la mejor forma de abordar la nueva situación.
La mujer empieza a preguntarse por cuáles serían los síntomas normales, cuándo debe ir al ginecólogo, qué cuidados ha de mantener durante los primeros meses, los riesgos existentes… y un largo etcétera sobre multitud de cuestiones y aspectos que la embarazada se plantea ante un hecho novedoso en su vida. Por ello, durante este primer trimestre de embarazo es esencial cuidarse de forma adecuada e informarse de las pruebas médicas que son necesarias así como de la alimentación y cuidados que se han de mantener en todo el período de gestación.
A continuación descubrimos las recomendaciones que se han de seguir durante estas primeras semanas de embarazo para que el mismo se desarrolle con total normalidad, con el objetivo de vivir una gestación tranquila y saludable.
¿Cuándo es necesario realizar la primera consulta prenatal?
La primera consulta debería establecerse en cuanto se tenga conocimiento que se está embarazada, directamente al ginecólogo o a través del médico de cabecera que derivará a aquél, el cual se encargará de llevar a cabo el primer control del embarazo (recomendable realizarlo antes de la semana 8-10).
En esta primera asistencia se realizará una analítica de sangre y orina, además de una citología vaginal y cultivos para buscar infecciones o problemas, así como un examen pélvico completo. También se auscultarán los latidos cardíacos del bebé, pero no se podrán escuchar hasta al menos la sexta o séptima semana. Además tendrán lugar las preguntas de salud de carácter general: si realiza ejercicio, si fuma o toma alcohol, si toma medicación, problemas hereditarios en la familia, etc.
Durante el primer trimestre se realizará una ecografía en la que se verá si el feto es viable, pero será en la semana 12 cuando se realizarán una ecografía más específica en la que se verán otros parámetros más exactos que permitirán determinar las semanas exactas de embarazo a partir de mediciones ecográficas.
Igualmente importante es el seguimiento realizado por la matrona, con la que también se deberá concertar cita a la par que con el ginecólogo, ya que ambos profesionales serán los encargados de realizar el seguimiento del embarazo. La matrona aclarará a la embarazada todas las cuestiones relativas a pruebas que se van a realizar, analíticas, las etapas y cuidados que se deben llevar a cabo en cada una, etc; así como los cursos y talleres de preparación al parto, el postparto, cuidados del bebé, etc.
¿Qué cambios se producen durante el primer trimestre de embarazo?
En el feto
Durante los tres primeros meses es cuando se produce la organogénesis, es decir, la formación de los órganos del feto, una fase primaria que determinará el desarrollo futuro del bebé. En las primeras semanas de embarazo puede existir un mayor riesgo de sufrir un aborto en comparación con otros trimestres por diversas causas. Por esta razón, la mujer debe seguir los cuidados y consejos indicados por su médico para evitar la pérdida del bebé que se encuentra en una etapa fetal.
Síntomas más habituales en la embarazada
Son muchos los cambios fisiológicos y hormonales que se producen en la mujer embarazada a lo largo de toda la gestación, pero hay síntomas que son más acentuados durante las primeras semanas de embarazo: náuseas y vómitos (malestar general), cansancio y sueño acentuado, necesidad de ir con mucha frecuencia al baño (sobre todo en el caso de la micción), hipersensibilidad mamaria, dolor similar a la menstruación, alteraciones en el estado emocional, aumento en la sensibilidad a los olores o cambios en los gustos de los alimentos.
El cuerpo se prepara para alojar una vida en su interior, por lo que todas las alteraciones que se producen en la gestante pueden llevar a un cansancio acentuado, por lo que es necesario que la embarazada tenga un correcto descanso para poder seguir haciendo su vida diaria con normalidad.
Las alteraciones emocionales vienen provocadas por el reajuste hormonal que se produce, el cual también es responsable del aumento de la sensibilidad del pecho y del dolor en el abdomen (al igual que ocurre cuando se produce la menstruación).
¿Cómo se pueden aliviar estos síntomas?
Respecto a las náuseas y los vómitos, se recomienda:
- Evitar olores o factores que puedan provocarlo
- Tomar algún hidrato de carbono antes de levantarte por la mañana.
- Realizar comidas en pequeñas cantidades repartidas en 5 o 6 al día.
- Evitar comidas muy grasas o condimentadas, así como la cafeína y teína.
- Evitar bebidas carbonatadas.
- Tomar agua entre las comidas no durante las mismas.
- Evitar alimentos que produzcan gases.
En cuanto a los dolores en las mamas:
- Usar un sujetador que esté bien ajustado.
- Hidratar muy bien la piel
Micción frecuente
- Evitar la ingestión de líquidos por la tarde para no levantarse con frecuencia durante la noche y alterar el descanso. Realizar la ingesta durante las mañanas y primeras horas de la tarde.
- Orinar cuando se sienta la necesidad de hacerlo, no es recomendable aguantar por un tiempo excesivo.
Aspectos claves durante el primer trimestre de embarazo
En todo caso, además de las recomendaciones ya vistas, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos claves durante el primer trimestre:
- No automedicarse: siempre se ha de consultar con el médico el consumo de los fármacos, ya que los mismos podrían ser perjudiciales para el desarrollo del bebé.
- No tomar bebidas alcohólicas ni fumar, ya que con ello se estaría aumentando innecesariamente el riesgo de que aparezcan complicaciones en el embarazo, así como malformaciones en el feto y que se pueda producir un aborto.
- Cuidar la alimentación: es necesario llevar una dieta saludable, adecuada al embarazo, por lo que el médico y/o nutricionista marcará los alimentos que sí se pueden tomar como son: verduras y frutas, legumbres, frutos secos, harinas integrales y derivados, lácteos, carnes magras, huevos y pescados. Entre los alimentos a evitar se encuentran los fritos y rebozados, las harinas blancas y derivados, los dulces, chuches y snacks, las grasas animales (saturadas), etc. Puedes descubrir más en el artículo dietas para embarazadas.
- Evitar el estrés: este es un síntoma que no sólo dificulta en muchas ocasiones no lograr el embarazo, sino que cuando se consigue, puede provocar graves problemas en el desarrollo de la gestación. En esta etapa se debe lograr la tranquilidad, es necesario tomarse el día a día con calma, además de evitar grandes esfuerzos físicos.
