¿Qué es la tosferina?
La tosferina es una infección respiratoria, que afecta a todas las edades, especialmente en lactantes menores de 3 meses de edad. Es una enfermedad contagiosa que puede ser muy grave en recién nacidos. Prevenir la tosferina en el embarazo es vital. La única forma de prevenir y proteger al bebé es vacunar a la mujer gestante para asegurar que el feto recibe los anticuerpos a través de la placenta.
Síntomas de la tosferina
En el caso de ser contagiado de tosferina, los síntomas y signos se comienzan a percibir a partir de los 7 o 10 días, o incluso dos semanas después. Los síntomas son muy parecidos a los de un resfriado común, como son:
- Congestión nasal
- Ojos llorosos
- Moqueo
- Fiebre
- Tos
A partir de la semana los síntomas pueden empeorar. La sensación de tos incomoda e incontrolable es provocada por el acumulo de la mucosidad en las vías respiratorias. Los ataques de tos pueden causar:
- Vómitos
- Volver el rostro enrojecido o azulado
- Fatiga extrema
- Tener un sonido silbante y chillón agudo al inhalar aire o por el contrario presentar una tos seca.
Los recién nacidos puede que no presenten ningún tipo de tos. En cambio, puede que la respiración se les haga muy difícil, incluso dejando de respirar temporalmente.
Factores de riesgo de la tosferina
La vacuna contra la tos ferina que se administra en la niñez pierde su efecto con el tiempo. Esta situación deja desprotegidos a los adolescentes y adultos de una posible infección durante un brote, y siguen produciéndose brotes.
Los recién nacidos y bebés menores de 12 meses de edad que no han sido vacunados o que no respetaron el calendario de vacunación recomendado son los que tienen mayor riesgo de sufrir la enfermedad de la tosferina con consecuencias graves e incluso la muerte.
Bebés con anticuerpos antes de nacer
Numerosos estudios y los resultados obtenidos de países vecinos demuestran como la vacunación de la mujer gestante es, actualmente, la mejor estrategia de prevención de la tosferina grave y la mortalidad en menores lactantes. La posibilidad de vacunar a embarazadas contra la tosferina es una forma segura para proteger a la mujer, la gestación y el recién nacido.
Desde 2011, países como Reino Unido y EE. UU, utilizan la vacuna como acción preventiva en embarazada. En una prueba experimental realizada en Barcelona, entre 2012 y 2013, se administró la vacuna de la tosferina, se comprobó como los anticuerpos que genera la embarazada contra la enfermedad protegen al feto a través del cordón umbilical. La protección tiene una doble dirección; proteger de forma directa en el tercer trimestre del embarazo con el paso de los anticuerpos maternos y, de forma indirecta, mantener a la mujer vacunada sana sin tosferina y sin la posibilidad de ser transmisora de la enfermedad a su bebé.
Es importante tener en cuenta que la principal fuente de contagio del bebé son los familiares más cercanos, siendo en más del 50% de las ocasiones la propia madre.
¿Cuándo es el momento idóneo?
Siguiendo las recomendaciones del calendario de vacunación actual, se aconseja administrar la vacuna a las mujeres gestantes en el tercer trimestre del embarazo, entre las semanas 27 y 36, y repetir la dosis de vacuna en cada embarazo. Es fundamental vacunarse durante el tercer trimestre, antes del parto, para que el cuerpo de la mujer embarazada tenga tiempo para crear los anticuerpos y traspasarlos al futuro bebé. El momento perfecto para que la embarazada reciba la dosis de vacuna es entre la semana 28 y 32. Después del parto, el bebé quedará protegido contra posibles contagios hasta los dos meses de vida del recién nacido, cuando se iniciará el propio calendario de vacunación del bebé.
Efectos secundarios de la vacuna
Los efectos secundarios de la vacuna no suelen presentar síntomas molestos o complicaciones, son generalmente leves. Excepcionalmente puede conllevar fiebre, dolor de cabeza, fatiga o dolor en el lugar de la inyección.
Inyecciones contra la tosferina
- Mujeres embarazadas. Numerosos estudios confirman la necesidad de que todas las mujeres embarazadas reciban la vacuna contra la pertusis entre las semanas 27 y 36 de gestación.
- Adolescentes. La inmunidad de la vacuna contra la pertusis disminuye a los 11 años, los profesionales aconsejan una vacuna de refuerzo a esa edad para proteger contra la tos ferina (pertusis), la difteria y el tétanos.
- Adultos. Existen variedades de la vacuna contra el tétanos y la difteria que se administran cada 10 años y protegen contra la tos ferina (pertusis). A su vez, esta vacuna también reduce el riesgo de transmitirles la tos ferina a los bebés.
Calendario de prevención contra la tosferina en el embarazo
La única forma de prevenir la tos ferina es respetando la administración de la vacuna según el calendario de vacunación en el que los ginecólogos determinan la vacuna contra la pertusis junto con otras vacunas que actúan contra otras dos enfermedades importantes: la difteria y el tétanos. Los profesionales aconsejan iniciar el periodo de vacunación durante la infancia.
La vacuna consta de un conjunto de cinco inyecciones, que por lo general se administran a niños de las siguientes edades:
- 2 meses
- 4 meses
- 6 meses
- 15 a 18 meses
- 4 a 6 años