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¿Qué es la hipogalactia?: causas

hipogalactia

Índice

¿Qué es la hipogalactia?

La hipogalactia es un síndrome caracterizado por la escasez de leche. Cuando el peso del bebé amamantado exclusivamente sea claramente insuficiente, a pesar de amamantarlo con frecuencia y a demanda. La hipogalactia se detecta durante los primeros días, si el bebé no realiza suficientes deposiciones, orina poco y se muestra, o bien muy letárgico e inactivo, o bien demasiado inquieto, ansioso y desconsolado, sin mostrar nunca signos de saciedad. Es necesario tener en cuenta las sensaciones de las madres en relación a la lactancia; si se nota el pecho más lleno antes de las tomas y más blando después, si detecta cambios relacionados con la subida de la leche, entre otros. 

Causas 

En general, la producción de leche depende de la correcta estimulación del pecho y su adecuado y frecuente vaciado. Por lo que, en la mayoría de las mujeres con baja producción, existe un problema de bajo estímulo por dificultades de succión en el bebé. En ocasiones, se trata de tan solo un problema de horas de sueño, y una succión débil y poco eficaz. Muchos bebés que pasan demasiado tiempo durmiendo y/o que maman con poca fuerza y durante poco tiempo en cada toma, son la causa de una hipogalactia secundaria y circunstancial. Esta causa de escasez de leche es relativamente frecuente y fácil de corregir al modificar la causa y aumentar la estimulación del pecho a base de extracciones y/o animando al bebé a hacer más tomas, más largas y más eficaces.

En otras ocasiones las causas de una hipogalactia son la dificultad de succión por motivo estructural o funcional. Los bebés encuentran dificultad para mamar porque no pueden mamar con suficiente eficacia para extraer toda la leche que necesitan y para estimular la producción de la madre.  A continuación, enumeramos algunos ejemplos:

  • Anquiloglosia (frenillo sublingual corto)
  • Retrognatia o micrognatia (mandíbula inferior muy retraída o reducida)
  • Hipotonía / hipertonía (falta del tono muscular adecuado para realizar los movimientos de succión acompasados necesarios)
  • Debilidad por inmadurez o enfermedades (prematuridad, cardiopatías, síndromes genéticos, etc)
  • Labio leporino, paladar hendido y otras malformaciones orofaciales
  • Traumas o lesiones relacionados con el nacimiento (heridas de fórceps, ventosa, etc)

Tratamiento de la hipogalactia

Si tenemos la sospecha de tener baja producción de leche, el mejor tratamiento será la de mejorar el estímulo y maximizar la succión y la frecuencia de las tomas, complementándolas con extracciones oportunas y eficaces, manuales y/o mecánicas, con el uso de instrumentos y técnicas más adecuados. Generalmente, se recomienda llevar a cabo entre 7 y 10 extracciones diarias, de ambos pechos, con una duración de entre 5 y 20 minutos dependiendo de la velocidad con que fluya la leche.

Es recomendable aumentar el tiempo de estimulación a un minuto más desde que deja de salir la leche. Pero también es importante que las sesiones no sean demasiado largas (mejor dos sesiones de 15 minutos que una sola de 30) y que no puedan dañar el pecho. Es fundamental buscar el extractor que mejor se adapte a la madre, tanto en tamaño del embudo como en intensidad de succión. Tenemos que tener en cuenta que los masajes previos para estimular y combinar la extracción manual con la extracción mecánica son una muy buena ayuda. Es mucho más eficaz realizar extracciones cortas y frecuentes que largas y espaciadas.

Una de las últimas posibilidades a las que poder recurrir es al uso de galactogogos, sustancias que aumentan la producción de leche. Los de efectos más probados y fiables son los farmacológicos y en concreto la domperidona (motilum) que a dosis altas presenta como efecto secundario el incremento de prolactina (lo que aumenta la producción de leche). En cualquier caso, el uso de medicamentos tendrá que ser supervisado por nuestro especialista en salud de la mujer. Además, existen otros galactogogos, naturales o herbales, que en general han demostrado una escasa o nula eficacia.

Posiciones que ayudan a dar el pecho:

  • Posición de cuna.
  • Posición de futbol americano.
  • Acostada de lado.
  • Posición sentada.

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