El desarrollo de actividades sexuales de riesgo es, sin duda, uno de los problemas que más debe preocupar a la comunidad médica. La falta de una adecuada educación en prevención y salud sexual y reproductiva en jóvenes y adolescentes está provocando un aumento de este tipo de prácticas que, a su vez, repercuten en el incremento de la incidencia de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, con indudables implicaciones en el ámbito de la ginecología y salud de la mujer.
Pudiera parecer que, si tratamos el mundo de la ginecología y salud de la mujer, poca repercusión debiera tener la realización de prácticas sexuales de las denominadas de riesgo, sin embargo, este tipo de costumbre que, por desgracia, se están generalizando en ciertas capas de la sociedad, repercuten muy negativamente en la salud sexual también de las mujeres y, por consiguiente, en su salud reproductiva.
El contagio de enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados, especialmente en el caso de adolescentes, son dos males que se pueden evitar con la administración de una adecuada educación sexual que inculque, especialmente en las mentes más jóvenes, valores de responsabilidad en las conductas de tipo sexual, promoviendo la prudencia, el uso de medidas preventivas y el cuidado de la salud sexual mediante periódicas visitas al médico para la realización de revisiones.
Desde Clínica Pedrosa estamos especialmente concienciados de la necesidad de contribuir a mejorar la salud reproductiva de las mujeres, para lo que ofrecemos nuestros servicios médicos de ginecología y salud de la mujer para la realización de controles y chequeos periódicos, con los consejos de los profesionales más cualificados para desarrollar los hábitos de salud sexual más adecuados. Por supuesto, a todo esto se une nuestra amplia experiencia, con más de veinte años prestando nuestros servicios en Granada, así como el uso de los aparatos e instrumentos de última generación para que cualquier prueba o tratamiento a realizar sea lo más eficaz y cómoda posible.
Desde el área de ginecología y salud de la mujer de Clínica Pedrosa, presentamos los profesionales más experimentados dedicados a facilitar a nuestras pacientes la mejor atención integral de la patología ginecológica tanto en el reconocimiento de los síntomas o preocupación que nos exponga la mujer, diagnóstico y tratamiento, así como seguimiento postquirúrgico, en su caso, poniendo a disposición de quien confíe su salud en nuestras manos, los instrumentos más modernos y las técnicas más avanzadas.
La unidad de ginecología y salud de la mujer de Clínica Pedrosa desarrolla su actuación con especial interés en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades que afecten específicamente a la mujer. Esta labor de atención a la patología ginecológica la llevamos a cabo con el empleo de los medios personales más preparados y materiales más avanzados, en dos ámbitos principales: la obstetricia y la ginecología.
En el primer caso, abarcamos cualquier actuación que se corresponda con este campo, analizando y siguiendo el inicio, evolución y desenlace del embarazo, con la posibilidad de emplear todo tipo de pruebas médicas, ecografías, monitorización del feto, etc.
En cuanto al campo puro de la ginecología y salud de la mujer referida a las etapas de la vida de ésta no relacionadas con el embarazo, también nos ocupamos de atender cualquier dolencia o actuación que sea necesaria, especialmente en lo relacionado a la mama y genitales femeninos.
Desde nuestra clínica, abordamos el área de la patología ginecológica con el trato más humano y personalizado, realizando un seguimiento exhaustivo desde el primer contacto con el paciente hasta su total recuperación, atendiendo a los problemas concretos en ginecología y salud de la mujer propios de cualquier edad, incluidos los relacionados con la menopausia y los efectos sobre el físico de la mujer que ello conlleva.
Con el hábito de realizar chequeos periódicos en nuestra unidad de ginecología y salud de la mujer, el empleo de los mecanismos, desarrollo de pruebas apropiadas y la interpretación de los resultados por los profesionales más preparados, podremos obtener un diagnóstico precoz del cáncer que con mayor incidencia afecta a las mujeres y es casi exclusivo de las mismas: el cáncer de mama.
La importancia de obtener un diagnóstico precoz del cáncer de mama, que es el más preocupante en el ámbito de la ginecología y salud de la mujer por su indudable incidencia especialmente en mujeres a partir de los 50 años, se resume en la afirmación de que, la detección precoz de este tipo de cáncer, en una etapa incipiente de su desarrollo, conlleva casi un 100% de éxito en su curación.
Para el diagnóstico del cáncer, resulta indispensable la práctica de una mamografía. Esta prueba alcanza un nivel de eficacia tal, que puede llegar a proporcionar información sobre lesiones en la mama relacionables con un posible tumor incluso dos años antes de que el mismo alcance un tamaño suficiente como para que pueda palparse. Este diagnóstico precoz del cáncer, en un estadio extremadamente inicial de su desarrollo, permite la administración de tratamientos mucho menos agresivos para obtener la curación.
La mamografía, que es una prueba totalmente inocua y nada invasiva, puede ser complementada, en algunos casos, por técnicas de exploración físicas realizadas por nuestros especialistas en ginecología y salud de la mujer. Por el contrario, aunque resulta aconsejable conocer métodos de autoexploración por parte de la mujer, lo cierto es que ofrecen una baja fiabilidad y siempre habrán de ir seguidos por visitas al especialista.
Como complemento a la importante prueba de la mamografía, se está extendiendo la beneficiosa costumbre de realizar también una ecografía mamaria que contribuye a mejorar el diagnóstico y afinar en el tratamiento a aplicar en su caso.Para ello confía en nuestro servicio de ginecología oncológica
Ahora, en Clínica Pedrosa, puedes conocer las ventajas en la detección de lesiones cancerígenas que permite la técnica de la colposcopia digital avanzada, realizada por profesionales experimentados en ginecología y salud de la mujer.
Para entender en qué consiste una colposcopia digital avanzada, debemos primero conocer qué es un colposcopio. Se trata de un artilugio dotado de una lente de aumento de altísima potencia, que logra que el especialista que realiza la prueba pueda observar en gran tamaño y con detalle de alta precisión los tejidos de las zonas por las que se va realizando la prueba: cuello uterino, paredes vaginales, entrada de la vagina, vulva, etc.
De este modo, la colposcopia se ha convertido para la especialidad médica de la ginecología y salud de la mujer en una prueba fundamental para la detección de lesiones cancerígenas o precancerígenas, lo que la convierte en más que aconsejable.
Los casos en los que está especialmente recomendada la realización de la colposcopia, van referidos a mujeres que hayan iniciado la práctica de relaciones sexuales, aquéllas en las que se aprecie la presencia de displasia, las que tengan antecedentes de infecciones por el virus del papiloma humano, las que presenten trastornos relacionados con el sangrado vaginal y las que sufran anomalías en el flujo vaginal.
En nuestra unidad de ginecología y salud de la mujer de Clínica Pedrosa, somos conscientes de que muchas mujeres, a la hora de realizarse un chequeo y, especialmente, al someterse a alguna prueba que está específicamente dirigida a detectar la posible presencia de cáncer de cualquier tipo, como es el caso de la colposcopia, experimentan una gran ansiedad y se presentan con síntomas de nerviosismo. Por este motivo, procuramos sumar a nuestra experiencia y preparación en el ámbito puramente médico, el trato humano y cercano necesario, que permita sobrellevar la prueba de la mejor manera posible. Contacta con nosotros ven a realizarte un chequeo con esta prueba de forma periódica y siéntete segura.
Las ecografías son pruebas médicas que utilizan la tecnología de ultrasonidos para, mediante el llamado transductor, emitir los mismos en la zona del cuerpo que queremos explorar y, con el eco recibido, generar imágenes interpretadas por el ecógrafo, con gran detalle. En el ámbito de la ginecología y salud de la mujer también son de gran utilidad estas técnicas, recomendándose el empleo de la ecografía ginecológica de alta resolución (3D y 4D) en determinados casos ¿Quieres conocer cuáles?
Como sabemos, en las ecografías se usan ultrasonidos, imperceptibles para el oído humano, emitidos por un artilugio unido al ecógrafo llamado transductor sobre la zona a analizar. El sonido rebotado sobre la superficie del interior de esa zona, es interpretado por el ecógrafo generando una imagen de dicho interior con gran precisión, incluido el de fluidos corporales.
Cuando la ecografía se realiza en el ámbito de la ginecología y salud de la mujer, se denomina ecografía ginecológica y se realiza con el objeto de detectar todo tipo de procesos y enfermedades relacionados con esta área médica: embarazos, quistes, cánceres, infecciones genitales, etc, pudiendo realizarse también, para la obtención de mayor precisión en las imágenes, como ecografía transvaginal.
Asimismo, la ecografía tiene gran utilidad a la hora de servir de medio para la realización de otras pruebas como biopsias o amniocentesis, facilitando la delimitación precisa del lugar en el que se han de realizar éstas.
Normalmente, las ecografías se llevan a cabo de manera convencional, en 2D, sin embargo, existen casos en los que es recomendable emplear las nuevas y vanguardistas tecnologías para realizar una ecografía ginecológica de alta resolución (3D y 4D). Estos casos se dan cuando, en la ecografía convencional previa, se han detectado ciertas anormalidades como indicios de alguna enfermedad o malformación en el útero, quistes o tumores en los ovarios, alguna anomalía en el feto, etc.
Por consiguiente, como vemos, tampoco en ginecología y salud de la mujer la ecografía en 3D o 4D sustituye totalmente a la ecografía en 2D, sino que se complementan mutuamente para lograr mejorar la observación y diagnóstico consecuente.
Podemos encontrar diversas causas por las que una pareja o una persona individualmente, desean retrasar la concepción de un hijo o evitarla definitivamente. En atención a estas causas que, en algunas ocasiones, van relacionadas con posibles trastornos propios de la ginecología y salud de la mujer, existen diversas pautas de planificación familiar y métodos de contracepción, que logran la finalidad perseguida.
Cuando hablamos de planificación familiar, estamos haciendo referencia a aquellas pautas de comportamiento o acciones a realizar para evitar la concepción de un hijo en aquellos casos en que no se desea o no es conveniente por razones de salud relacionadas, normalmente, con la ginecología y salud de la mujer.
Los métodos de planificación familiar o medios de contracepción, son de diversos tipos y ofrecen distinta eficacia. Así, conocemos acciones tradicionales de de prevención del embarazo tal y como son el coitus interruptus o la ducha postcoital. Se trata de medidas poco eficaces por la dificultad que supone realizarlas siempre de manera adecuada.
Los principales métodos anticonceptivos son el preservativos, espermicidas vaginales, el diafragma, la esponja anticonceptiva vaginal, o la planificación familiar natural (en la que se realiza un control exhaustivo del ciclo ovular de la mujer, evitando mantener relaciones sexuales durante los días previos y posteriores a la ovulación). Se trata de medidas con una alta eficacia, si bien ofrecen unas estadísticas de entre 12 y 28 embarazos por cada 100 mujeres en un año.
Por último, en épocas más recientes han ido surgiendo nuevas técnicas de contracepción que aportan un índice normalmente mayor de eficacia. Nos referimos a métodos como la píldora que combina estrógeno y progesterona, la píldora que contiene sólo progestina (menos agresiva para algunas mujeres más sensibles a los estrógenos, pero con un porcentaje de eficacia ligeramente inferior), los implantes de progesterona, las inyecciones hormonales, o el dispositivo intrauterino o DIU. Estas técnicas, usadas de manera disciplinada y sistemática, pueden aportar un nivel de eficacia de entre menos de 1 y 7 embarazos por cada 100 mujeres en un año.
Para determinar cuál es el método de planificación familiar más adecuado para tu caso, cuando no deseas quedarte embarazada, o la medida de contracepción que te conviene si se hace necesario aplicar alguna por motivos médicos, acude a nuestro departamento de ginecología y salud de la mujer de Clínica Pedrosa y estaremos encantados de asesorarte.
Cuando el virus del papiloma humano, o VPH, infecta las zonas anogenitales, donde tiene incidencia, en la mayoría de los casos ni siquiera presenta síntomas. Sin embargo, al perdurar la infección puede dar lugar a uno de los tipos de cáncer más comunes en la población femenina mundial, como es el cáncer de útero. Efectivamente, la práctica totalidad de los casos de cáncer de útero están causados o relacionados de algún modo con la infección por el virus del papiloma humano, lo que hace necesaria la adopción de cuantas medidas sean posibles para su prevención y curación.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, tomando como referencia el año 2012, se diagnosticaron en el mundo 528.000 supuestos de cáncer de útero, provocando la muerte de aproximadamente 266.000 mujeres. Se revela, por tanto, como urgente, tomar medidas contra la propagación del virus del papiloma humano, que se transmite por contacto sexual, infectando tanto a hombres como a mujeres. Además del cáncer de útero, este virus puede provocar otras clases de cáncer en la zona genital, así como verrugas en ambos sexos.
Para combatir al virus del papiloma humano, la prevención se configura como el recurso más efectivo. Para ello, se dispone en la actualidad de una vacuna bivalente y otra tetravalente, habiéndose acreditado la eficacia de ambas a la hora de evitar que se produzca la infección del VPH. No solamente se consigue reducir, así, el índice de casos de cáncer de útero, sino también los otros tipos de cáncer a que puede dar lugar el virus del papiloma humano. En concreto, la vacuna tetravalente también previene contra el desarrollo de las verrugas genitales y, tanto ésta como la bivalente, se consideran plenamente inocuas para la salud.
Se estima que la edad adecuada para administrar la vacuna contra el virus del papiloma humano es en la adolescencia, entre los 9 y los 14 años, en varias dosis siguiendo un calendario que depende de la edad de la persona.